10 noviembre 2010

Louise Bourgeois

Mis primeras obras son el miedo a la caída. Luego, aquello pasó a ser el arte de caer, de cómo caer sin herirse. Y más tarde se ha convertido en el arte de quedarse colgado.



Monto cada escultura como se cura a un enfermo. Más vale saber lo que se hace. Hay que seguir una estrategia si se quiere obtener los resultados deseados. Mis esculturas son ecuaciones infalibles. Las ecuaciones deben ser sometidas a prueba. ¿Baja la tensión? ¿Desaparece el impulso? ¿Remite el dolor? O funciona, o no funciona.


Instalación de la araña gigante - en Londres

Janus Fleuri [Jano en flor], 1968, bronce, 31.8 x 25.7 x 21.2 cm.


"Mi trabajo no es intencionalmente erótico, y dudo que lo sea, pero si en presencia de ustedes pasa a convertirse de erótico en estético, ¿quién soy yo para decirles que no lo es? El contenido se implica con el cuerpo humano, su aspecto, sus cambios, sus transformaciones, aquello que necesita, quiere y siente; sus funciones (...) El contenido es hoy el mensaje erótico: todo lo que tiene lugar como resultado de la presencia de dos personas. Placer, dolor, supervivencia, en público o en privado, en un mundo real o imaginario."

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