04 septiembre 2009

Negrita, mujer flor mujer...

Mi abuela sopló la luna más luminosa que he visto en estos años.
Y cuando estuvo el cielo bien cargado de toda su luz,
desplegó un manto de agua que lavó el barrio.
El barrio y cada una de las calles que nos llevaron hasta el último destino de su cuerpo (al menos para nosotros).

Todo quedó entonces iluminado y lavado,

y el fuego abrigó su recuerdo... y lo cubrió de madera y metal.



Uno de estos días, con mi abuelo serán peces,

y juntos quien sabe hasta cuando,

nadarán en la laguna de Monte,
con todas las lunas y todas las noches…




1 comentario:

Mirtaerre dijo...

Es realmente hermosa la imagen que descubren esas palabras. Me gustaría que mi nieta o alguien escribiera algo así en el 2045. Pero también leerlo antes de la hora iluminada.
Besos
Mirta